El 30 de septiembre de 1828, en el auspicioso día de séptima luna brillante de dasahara, mientras los habitantes del pueblo de Ghurani en la santa tierra de Nadia, en Bengala Occidental, estaban extáticamente inmersos en el culto a la Divina Madre Durga, el Señor Shiva bendijo a Gourmohan y a Muktakeshi con un niño divino.

 

En la escritura antigua y la literatura védica, Rajarshi Janaka fue legendario por su extraordinaria capacidad para permanecer espiritualmente puro mientras vivía la majestuosa vida de un rey, pero Shyamacharan Lahiri fue un paso más allá, viviendo como un alma liberada mientras llevaba una vida mundana en la sociedad moderna.   


Shyamacharan Lahiri fue ordenado por Babaji Maharaj para liberar tanto a los santos como a los jefes de familia a través de las fáciles y sencillas técnicas del Kriya Yoga. Bajo la hábil dirección de su erudito padre, piadosa madre, y la atenta mirada de Babaji Maharaj, maduró hasta convertirse en un ser divino autorrealizado, establecido en sthitaprajna y sabiduría.

 

Su interpretación y análisis de las escrituras indias y occidentales se basan en su realización personal de su esencia, en lugar de un análisis intelectual.   

Lahiri Mahasaya contrajo matrimonio con Kashimoni, la hija de Mahamahopadhyaya Pundit Devanarayan, un renombrado erudito de Kashi. Su matrimonio fue un espléndido juego divino del Todopoderoso -la gran unión del Señor Shiva y la Diosa Durga-.

 

Lahiri Mahasaya afrontó todos los males mundanos con un sentido de desapego interior y ecuanimidad. Cuando Kashimoni intentaba traer éstos a su conocimiento, su estribillo habitual era: "Ciertamente el Señor Vishwanath, que sostiene al universo, puede mantener una pequeña familia."

 

Él se mantuvo imperturbable durante una dura prueba de graves dificultades financieras que soportó mientras trabajaba en el departamento de obras públicas de ingeniería militar. El desapego de la riqueza y la propiedad fue el sello distintivo de su vida sin ostentaciones.  

 
La búsqueda espiritual de Lahiri Mahasaya alcanzó su punto máximo cuando fue transferido a los Himalayas. Fue allí, en Ranikhet, en donde conoció a su gurú inmortal, Babaji Maharaj.

 

Materializando un magnífico palacio de oro tachonado de innumerables joyas deslumbrantes y gemas de todas las variedades, Babaji Maharaj inició a Lahiri Mahasaya en todas las técnicas sagradas y secretas de Kriya Yoga.

 

 

 

Citas de Lahiri Mahasaya

La unión con Dios es posible por medio del propio esfuerzo y no depende de creencias teológicas ni de la voluntad arbitraria de un Dictador Cósmico.
 

Toda realización es posible mediante la práctica del Primer Kriya. Se requiere que uno practique estrictamente de acuerdo a las instrucciones recibidas del propio Gurú personalmente.
 

Si las personas quieren irse, déjalas que se vayan; pero tú debes permanecer firme en tu práctica.
 

Yo permanezco junto a aquel que practica Kriya.
 

Recibirás resultados de acuerdo a tu práctica de Kriya.
 

Habiendo practicado Kriya, uno debe mantener la serenidad posterior producida por Kriya.
 

La ignorancia es removida automáticamente cuando la práctica de Kriya es perfecta.
 

Habla acerca de Kriya Yoga sólo con personas con inclinaciones espirituales. 
 

Kriya mismo es Veda. La práctica de Kriya equivale a la recitación de los Vedas. El estado de paravastha luego de Kriya es el Vedanta. 
 

El cuerpo humano permanece funcionando debido a la presencia de prana (energía, la fuerza vital), que se manifiesta a través del proceso de la respiración. Cuando el prana abandona el cuerpo, éste muere pero el prana continúa existiendo fuera del cuerpo. Por lo tanto, el prana es eterno e imperecedero. El prana es la energía misma que asume y mantiene la forma del cuerpo humano. 
 

Para alcanzar la unidad con Dios es esencial fijar la mente en el Ajna Chakra (sexto chakra), y de ese modo reorientar el movimiento de tus diez sentidos hacia tu ser interior (alma).
 

Cuando la mente está fija en el Ajna Chakra, "nombre e identidad" llegan a su fin y la Autorrealización toma lugar. En la Autorrealización, únicamente el Alma permanece con el control e intacta.
 

Cuando el prana (la fuerza vital) está en su estado dinámico, se lo llama "mente", es decir, la mente es el estado transformado del prana. Un practicante de Kriya Yoga ejecuta la práctica regular de pranayama a fines de hacer regresar el prana a su estado estático.
 

Prana, mente, intelecto o alma son diferentes nombres para la fuerza vital de acuerdo con el estado en el que se encuentra y sus varias funciones y localización. Por ejemplo, mientras está en su condición dinámica se la llama "mente", pero una vez que es regresada a su forma estática entonces se la llama Atma o alma. A ésto se lo entiende como la disolución de la mente, y se consigue al fijar el prana en el Ajna Chakra, en donde asume su nuevo nombre: Ser Interior o Alma. Este estado es imposible de expresar con palabras; sólo puede ser experimentado mediante la práctica de Kriya Yoga. 
 

Estabiliza tu prana practicando Kriya Yoga incondicionalmente y experimentarás la realización del alma.
 

Incluso las Sagradas Escrituras (Shastras) dicen que el prana es Dios. Las almas liberadas ven este prana por todo el universo.
 

 

El prana es la única religión pura para todos los seres vivos. Sin prana no hay existencia. Desde un insecto hasta un elefante, los árboles y las plantas, incluso las piedras existen debido al prana. Lo mismo ocurre con los seres humanos. Así que practicar pranayama (Kriya Yoga) es el deber fundamental de cada uno de nosotros.